Es un lenguaje que evita el sesgo hacia un sexo o género social determinado. El lenguaje no sexista pretende evitar un uso del lenguaje que tiende a invisibilizar o esconder la presencia o actuación de las mujeres. Por ejemplo, incluyendo el femenino en el lenguaje (los y las estudiantes, por ejemplo), o bien buscando el uso de palabras neutras (el alumnado).